Me duelen las manos, es algo intenso, es como si mis venas estuviesen a punto de de romperse, pero sólo veo tinta.
Mis manos sanan, fluyen y siguen obrando sobre las delgadas líneas azules que aparentan ríos sin rumbo tras un horizonte sin cielo.
Mis manos caen tranquilas, frías, buscan la paz entre los ronroneos de mi gata, permanecen sobre su cuello siempre hambriento de la atención de mis manos, de su amo.
Mis manos viven, sienten las notas, leen la madera, tienen cuerdas; tocan.
Se sujetan con increíble deseo por permanecer en ella. Se hacen garras.
Mis manos sueñan, quieren tomar el mundo, quieren alzar la vida en forma de puños, quieren hacer figuras bajo el sol, quieren enredarse con tu suerte.
Quieren tus manos.
jueves, 9 de febrero de 2012
¿Nos vemos?
Nunca había visto tu rostro en las hojas en blanco hasta que me dispuse a quererte, con razón y sin ella.
En éste momento justo, te veo, te busco, te encuentro.
Te veo pasar orgullosa por sobre las palabras comunes que gritan mis manos.
Te dicen.
Te veo sonriendo a mi lápiz.
Salpicando tinta en forma de letras te responde, te sigue buscando y sigues allí.
Posas en el aire tus pies sobre el suelo, vuelas.
Caminas hacia mi orgullosa de ti, de mis ojos curiosos.
Llegas.
La ternura de tu mirada me llama, me inspira.
Me encuentra...
En éste momento justo, te veo, te busco, te encuentro.
Te veo pasar orgullosa por sobre las palabras comunes que gritan mis manos.
Te dicen.
Te veo sonriendo a mi lápiz.
Salpicando tinta en forma de letras te responde, te sigue buscando y sigues allí.
Posas en el aire tus pies sobre el suelo, vuelas.
Caminas hacia mi orgullosa de ti, de mis ojos curiosos.
Llegas.
La ternura de tu mirada me llama, me inspira.
Me encuentra...
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)